El Templo de Artemisa fue una de las 7 maravillas del mundo antiguo y uno de los mejores ejemplos de la cultura y arquitectura griega.
Tabla de contenido:
El Templo de Artemisa en Éfeso maravillo a cientos de miles de personas. La ciudad de Éfeso en tiempos bíblicos era una de las ciudades más importantes y bellas en el mundo, y el templo de Artemisa era, sin duda, el edificio más magnifico de la ciudad. El templo fue construido alrededor del 323 a. C. como un santuario para la Diosa Artemisa, diosa principal de la ciudad de Éfeso y una de las diosas más importantes del panteón griego.
Artemisa era hija de Zeus y hermana gemela del dios Apolos, a ella se le atribuía el poder sobre naturaleza, especialmente sobre los bosques y los animales, la caza e incluso sobre la guerra. Esta diosa, poseedora de una fuerza indomable, concedía vida o muerte.
Así como la diosa, la historia del Templo de Artemisa en Éfeso está llena de fuerzas destructivas y creadoras, y es que, en ese lugar no fue construido un templo sino tres templos cada uno más grande y majestuoso que el anterior.
El primer templo era bastante pequeño y carecía de lujosos acabados, medía 14 metros por 28 metros y solo tenía un altar donde se le rendían honores a Artemisa, existen muy pocos registros de este templo por lo que no hay muchos mas detalles acerca de su construcción. Se cree que este templo fue construido en el año 600 a. C. y fue destruido poco después en medio de la guerra.
Posteriormente en el año 560 a. C. el rey lidio Creso, quien fuera el hombre más poderoso en la región para la época, ordenó constituir un segundo santuario en honor a la diosa Artemisa en la planicie en el cual se habían ubicado a los efesios tras conquistar la región.
Este segundo templo, totalmente construido en mármol, fue el primero en su clase y se llamó el Artemisium. Se dice que el templo tardo 120 años en ser completado y sus dimensiones eran enormes. El templo medía 115 metros de largo por 46 metros de ancho, y tenía columnas dobles de 13 metros de alto grabadas en relieve en toda su estructura. Se estima que había unas 127 columnas. La estructura externa del Templo era imponente y en su interior había un altar y una estatua en honor a Artemisa, donde generalmente se le dejaban ofrendas o regalos.
En el 356 a.C., un infame personaje llamado Eróstrato incendió el templo con el fin de hacer su nombre inmortal, ya que el edificio era reconocido como el más bello del mundo, ante este agravio los efesios trataron de borrar su nombre de la historia para que no pudiera lograr su cometido, sin embargo, su nombre aun se asocia con su deshonrosa ambición.
La misma noche en la que el Templo de Artemisa en Éfeso fue destruido, nacía en Macedonia Alejandro Magno, la leyenda cuenta que la diosa Artemisa estaba ocupada con el nacimiento del conquistador que descuido su santuario permitiendo que fuese destruido.
Años más tarde cuando Alejandro llego Anatolia, ofreció reconstruir el templo, con la condición de asociar su nombre a él. Sin embargo, su oferta fue rechazada por los efesios con una respuesta cortés y discreta: «sería impropio de un dios construir un templo para otro dios».
El templo fue reconstruido después de la muerte de Alejandro Magno, gracias a los mismos efesios quienes contribuyeron con sus joyas. Este tercer templo era superior al anterior, media de largo 137 metros y de ancho 69 metros y su altura era de 20 metros.
Su arquitectura se mantuvo igual, con cientos de columnas talladas, mientras que el altar del templo fue ampliado y se añadió otra imagen para honrar a la diosa. También se adicionaron otras obras de arte y varios murales tallados.
Este templo duraría por varios siglos hasta que fue saqueado por Nerón en el siglo I después de cristo, la mayoría de las obras de arte fueron llevadas a Roma durante su reinado, luego el templo seria atacado por los godos en el año 265.
No se sabe si es este evento lo destruyo por completo o si aún se usó posteriormente, lo que si se sabe es que para esta época la mayoría de los efesios se habían convertido al cristianismo, y los antiguos dioses no tenían la importancia de antes.
A partir de ese momento las ruinas del templo se usaron para la construcción de otros edificios: en tiempos bizantinos, por ejemplo, muchas columnas del Templo de Artemisa en Éfeso se usaron en la iglesia de San Juan y la de Santa Sofía de Constantinopla, mientras que en tiempos otomanos se usó el mármol para construir la fortaleza de Ayasuluk.
Por muchos siglos el templo se perdió en el olvido hasta que en el año 1863 el arquitecto John Turtle Wood persuadió al Museo Británico de Londres para que ayudara una exploración arqueológica en el sitio con el objetivo de encontrar el templo.
Seis años después Wood encontró las primeras partes del templo, unos listones de mármol sepultados a 7 metros de profundidad. Luego del descubrimiento, hubo muchos problemas para continuar con las excavaciones, y no fue sino hasta el año 1895, cuando un arqueólogo germano austriaco llamado Otto Benndorf, comenzó a excavar la zona con éxito, encontrando restos de esculturas y otros objetos de valor arqueológico.
En la actualidad muy poco sobrevive del Templo de Artemisa en Éfeso, solo una columna de mármol y parte de los cimientos de la estructura.
Dado que el redescubrimiento y las excavaciones del templo fueron llevadas a cabo por arqueólogos del museo británico de Londres muchas de las obras de valor, incluyendo esculturas y algunas de las partes internas de la estructura, terminaron en este museo, estos objetos han permitido que los arqueólogos determinen las dimensiones del templo de Artemisa en Efeso para hacer reconstrucciones del templo.
Conocer los restos del Templo de Artemisa y los otros sitios históricos en Éfeso es un viaje corto que puede hacerse en un día o dos.
Si estas planificando un viaje a Turquía lo más probable es que tengas pensado visitar Estambul, desde ahí puedes tomar un vuelo de 1 h y 15 min a Izmir, existen vuelos muy económicos de manos de 90 euros a la ciudad de Izmir. En el aeropuerto de Izmir lo más recomendable es rentar un vehículo para ir a la ciudad de Selcuk, esta es la forma más fácil de moverse por Izmir y Selcuk, ya que el transporte público puede ser muy limitado.
Si te sobra algo de tiempo por la tarde, puede conducir hasta Cesme, una hermosa ciudad en la costa. A lo lejos, podrás ver la isla griega de Chios en el mar Egeo.
Otra forma muy recomendable de viajar a Éfeso, y aprovechar al máximo tu estadía, es tomar un tour con tu agencia de viajes. Por lo general, los tours incluyen traslados y guías turísticos que serán de mucha ayuda al momento de ver las ruinas.
¿Cuándo es la mejor época del año para visitar el Templo de Artemisa en Éfeso?
Es recomendable visitar el templo de Artemis en los meses de verano (entre junio y agosto) ya que las ruinas se encuentran sobre un pantano y durante estas fechas el pantano está en su nivel más bajo y es posible ver todos los restos del templo.
Ten en cuenta de que en verano el calor puede llegar a ser muy elevado, con una sensación térmica por encima de los 40 °C, así que si vas en estos meses prepárate para el calor. Otra opción es visitar Éfeso durante los meses de abril-mayo y octubre-noviembre, que son menos calurosos y la probabilidad de lluvia sigue siendo baja.
El Templo de Artemisa en Éfeso está a las afueras de Selcuk, específicamente en el Parque Atatürk, İçi Yolu No:12, 35920 Selçuk/İzmir, en Turquía.
El Templo de Artemisa se encuentra expuesto al aire libre por lo que puedes ir a cualquier hora del día, cualquier día del año.
No hay que pagar una entrada para poder ver las ruinas del Templo de Artemisa en Éfeso. Sin embargo, debes considerar que para llegar ahí necesitas pagar un transporte o un tour.
La forma más rápida y segura de llegar a el Templo de Artemisa en Éfeso es tomar un vuelo con destino a Izmir. Allí puedes tomar un taxi o utilizar el transporte público hasta tu hotel, sin embargo, esto no es lo más recomendable. La mejor opción es rentar un auto o contratar un tour que te lleve a recorrer las ruinas del Templo de Artemisa y la antigua ciudad de Éfeso.
Desde un hotel en el centro de la ciudad, el viaje hasta las ruinas del templo de Artemisa es bastante corto de 15 minutos o menos. Además, en la zona tambien podrás encontrar las ruinas de la ciudad de Éfeso.
Cerca del Templo de Artemisa en Éfeso hay muchos monumentos históricos y otros sitios de interés turístico, entre ellos destacan: