La Cisterna Basílica en Estambul es uno de esos monumentos que debes visitar cuando estés de viaje en Estambul, y es que este palacio sumergido es una verdadera obra de ingeniería que tiene un origen bastante peculiar.
Conocida localmente como Yerebatan Sarayi (que significa Palacio hundido) o Yerebatan Sarnici (Cisterna Hundida), esta cisterna de agua subterránea fue la principal reserva de agua de la ciudad de Constantinopla, especialmente, se utilizó como almacenamiento de agua para el Gran Palacio durante los tiempos bizantinos y para el Palacio de Topkapi bajo el reinado de los sultanes otomanos.
Por si no lo sabias, una cisterna es un depósito subterráneo de agua donde se almacena agua de lluvia o agua de manantial. En el caso de la Cisterna Basílica el agua proviene del Bosque de Belgrado y era llevada a la cisterna por los inmensos acueductos bizantinos llamados acueductos de Valente y de Adriano a unos 20 kilómetros de la ciudad de Constantinopla.
La cisterna basílica de Estambul fue construida por el emperador Justiniano en el año 532. Esta cisterna es la más grande y mejor conservada de Estambul. Según las afirmaciones de los textos históricos, más de 7.000 esclavos participaron en la construcción de esta cisterna.
Cuando fue construida estaba debajo de la Basílica Stoa, la cual era una de las grandes Basílicas de la ciudad. La historia de Constantinopla estuvo llena de conflictos bélicos y asedios, por lo que era necesario tener reservas de agua en la ciudad, de ahí la importancia de las cisternas. Existen muchas otras cisternas en Estambul, sin embargo, la cisterna basílica es la más grande y mejor conservada.
En algún momento durante el dominio otomano la cisterna basílica cayo en desuso y fue abandonada, sin embargo, en el año 1545 fue redescubierta por el francés Petrus Gyllius, quien investigaba antigüedades bizantinas cuando noto que, en una zona del centro de la ciudad, algunos habitantes vendían pescado muy fresco, al preguntar los residentes locales le dijeron que podían obtener agua e incluso pescados al bajar cubos a un espacio oscuro debajo de sus pisos de sus sótanos. En una investigación entre sótanos de residentes locales, Gyllius descubrió el acceso principal a la cisterna, resulto que las casas se encontraban sobre la cisterna y que los peces vivían ahí.
La Cisterna Basílica ha pasado varias restauraciones desde su redescubrimiento. El inicio de las reparaciones se llevó a cabo dos veces durante el Imperio Otomano en el siglo XVIII durante el reinado de Ahmed III en 1723 por el arquitecto Muhammad Agha de Kayseri.
La segunda reparación detallada se completó durante el siglo XIX durante el reinado del sultán Abdulhamid II (1876–1909). Las reparaciones de la mampostería y las averías se repararon en 1968. Finalmente, la basílica subterránea fue renovada en 1985 por la Municipalidad Metropolitana de Estambul y abrió las puertas al público en 1987.
En tiempos recientes, el entorno misterioso de la Cisterna Basílica ha llamado la atención de números cineastas y escritores, quienes han llevado a la Cisterna de la Basílica al cine, primero en James Bond en la película From Russia With Love (1963) y luego Robert Langdon en el Infierno de Dan Brown (2013).
La estructura está soportada por 336 columnas de mármol, organizadas en 12 filas de 28 columnas, cada columna tiene una altura de 9 metros. La mayoría de las columnas fueron rescatadas de templos en ruinas, por lo que las columnas no son uniformes, una tercera parte de los capiteles son de estilo corintio, el resto son jónicos y una muy escasa proporción, dóricos sin ornamentar.
Entre las bases de las columnas destacan principalmente dos con forma de cabeza de Medusa. Medusa era una criatura mitológica de cabellos de serpientes, que convertía en piedra a quien la mirara a los ojos. Esta es quizás la columna más interesante especialmente porque una de las cabezas de medusa esta al revés, probablemente simbolizando la decapitación de medusa por Perseo, esta columna está ubicada en la esquina noroeste de la cisterna y normalmente se encuentra sumergida. La otra columna con cabeza de medusa es contigua y la cabeza se encuentra de lado.
Si bien es cierto que hay diversas teorías sobre el significado de esas grandes cabezas en el interior de la cisterna, la teoría más aceptada es que se pusieron ahí por fines prácticos, para ser usadas como base de las columnas.
Nadie sabe de dónde provienen realmente estas dos cabezas de Medusa, sin embargo, existe la posibilidad de que las cabezas hayan sido sacadas / retiradas de alguna edificación construida durante el último período romano y trasladadas a esta cisterna.
Ahora bien, antes de visitar la Cisterna Basílica es importante que sepas lo siguiente:
La Cisterna Basílica en Estambul está ubicada en Yerebatan cd, 2. (Al oeste de Santa Sofía), específicamente, Yerebatan Cad. Alemdar Mah. 1/3 34410 Sultanahmet-Fatih. Justo frente a la explanada que separa Santa Sofía de la mezquita Azul.
La Cisterna Basílica en Estambul abre todos los días sin excepción, el horario depende de la temporada, desde noviembre hasta marzo de 9:00 a 17:30 horas, mientras que desde abril hasta octubre de 09:00 a 18:30 horas.
La entrada general para entrar al palacio es de 20 liras turcas, unos 3,5 dólares americanos o 3 euros.
Si te estas hospedando en el centro histórico de Estambul la mejor forma de llegar a La Cisterna Basílica es caminando, ya que todos los monumentos y sitios históricos están cerca entre sí, de hecho, Santa Sofia está a solo 2-3 minutos caminando desde la cisterna basílica.
Si estas fuera del centro histórico de Estambul, el tranvía es la forma más cómoda y económica de recorrer el centro histórico de Estambul. Si tomas el tranvía deberás tomar la línea T1 (Bagcilar – Kabataş) y bajarte en las paradas Sultanahmet.
Si estas en el aeropuerto de Estambul, puedes tomar el metro específicamente toma la M1A en dirección a Yenikapi hasta la estación de metro de Zeytinburnu (6 paradas) y luego el tranvía T1.
Durante los días de verano, la cisterna Basilica de Estambul es una excelente parada para refrescarse las profundidades cavernosas son un excelente retiro en los calurosos días de verano. Después de todo, la cisterna está bajo tierra y es un lugar húmedo y normalmente es fresco.
Algunas personas arrojar monedas alrededor de las cabezas de Medusa y piden deseos.
Al bajar por los 52 escalones que llevan a la cisterna sentirás un cambio en el ambiente, las luces y el sonido hacen que esta cisterna tenga un aura misteriosa. El paseo turístico se hace por unas pasarelas que van por encima del agua. Estas pasarelas fueron colocadas a finales del siglo XX, ya que anteriormente el paseo se hacía en barca.
Ahora es uno de los puntos turísticos más populares de Estambul, por lo que puede haber fila para entrar, el paseo es corto y vale la pena esperar para ver este curioso monumento.
En la actualidad la Basílica Cisterna acoge conciertos modernos y obras de teatro bajo su techo histórico.
En la basílica cisterna también hay un café donde degustar un delicioso té turco en un ambiente especial, normalmente hay música y puedes disfrutar de carpas nadando entre las columnas.